20080902

¿Quién es el coco?

Son ya mas de las diez… la noche es fresca y me invita a pasear… la ignoro y cierro mis ventanas… voy a la puerta y uno tras otro pongo llave a los 5 diferentes cerrojos… corro desesperado hasta llegar casi al balcón, miro de reojo la tina del baño y con gran esfuerzo la arranco del piso… se estrella… sangre… la mía pero no importa… es mas mi risa que mi miedo o desesperación… aunque pensándolo bien mi risa es de desesperación… ella me mira… solo me mira… intenta sonreír pero no lo logra o simplemente desiste… la miro y mi risa se acaba… ¿odio?... ¿tristeza?... no lo sé, no se que pensar, pero debí haber pensado algo, me le acerque… miedo… ella me tenia miedo… digo ser su padre, pero para ella soy el mismísimo coco… suelto el trozo de cerámica de la tina, cae al piso y ella no lo tomo en cuenta, solo esta de pie frente a mi con las manos en la espalda, corro desesperado para pedirle perdón y abrazarla… todo pasa tan rápido… lagrimas se deslizan por sus mejillas… deja ver sus brazos… un oso en su mano… en la otra… mi arma… me mira jala el gatillo mientras baja su mirada y su frágil mano parece explotar… fui un monstruo para ella y tal vez la convertí en algo parecido…

Caigo de espaldas y todo parece ir en cámara lenta… la pierdo de vista… todo se a desvanecido… siento el plástico que cubría el piso de la pintura nueva pegado a mi espalda, sangre y sudor… lo ultimo que veo es el techo, pintura carcomida... lo ultimo que escuche fue mas doloroso que el mismo plomo abriéndose paso por mis entrañas…

- papá -

20080814

El castillo de mi mente.


Esta, es la historia de un pequeño lugar,
situado a las orillas de la realidad,
justo en la costa de la alucinación,
donde el mar de queso, es mas que una simple encarnación,
no siempre es comestible
y en marea roquefort, acercarse es risible,
el puro aroma es impresionante,
y no precisamente estimulante.
En el centro del poblado hay un enorme castillo
donde radica el inconsciente, un pequeño listillo,
se construyo hace algunos siglos, siempre esta en remodelación,
aquí todo cambia sin ningún ton ni son,
en él se dice que vive este extraño personaje,
al cual dicen, le encanta el brebaje.

Inconsciente, el dueño del castillo,
tiene a su disposición a alguien mas que algún caudillo,
tiene no solo a la señorita conciencia,
también esta el superyo ávido de impaciencia;
el ello y un sin fin de peones
conocidos como pulsiones,
también hay reacciones, pensamientos y actitudes a los que no paga pensiones;
sin olvidar claro a la moral,
escondida y subyugada en la mazmorra de algún litoral.

Últimamente, todo ha cambiado,
Inconsciente, dicen, loco a quedado,
el tranquilo feudo ya no es lo mismo,
aun el ambiente parece mas que impresionismo
Inconsciente controla imágenes y representaciones,
Quedando así, muy pocos concientes de acciones,
aun el cielo no es el mismo, el mar se ha convertido en queso cotija,
y las doncellas no hallan su sortija,
la luna gotea todas las noches
y el sol sale solo con reproches;
ahora las aves solo eructan
y los perros en sillas andan, de manera muy abrupta.

Hace unos días llego un forastero,
un titiritero de otro reino ajeno a este mal agüero,
de un lugar donde el terrible malestar
de Inconsciente no ha de llegar,
el titiritero uno de los mas alegres que se haya visto
en este y en cualquier otro lugar
esforzase cada tarde en alegrar al pueblo,
pero este se resistía sin bacilar,
casi nadie sonreía, y él preocupado por su acto
la raíz del problema buscaría,
por mil lugares la busco,
pero fue un gato quien la solución le dio
–ve donde el Inconsciente, in domeña su frustración
y haz que la felicidad presente en su corazon-
el titiritero, presto al asunto se dirigió de inmediato por los senderos del lugar,
una vez frente al castillo, en nada mas pudo pensar,
que en una carcajada del emperador lograr arrancar,
subiose por las escaleras, espiral tras espiral
y en un rincón de un gran cuarto a inconsciente fue a encontrar,
preocupado por su aspecto y su extraña sonrisa,
el titiritero no hizo mas que caminar,
acercose lentamente y después de un suspiro solo pudo pronunciar
el nombre del emperador, que no era fácil de olvidar,
sagazmente, Inconsciente volteo a mirar
a aquel extraño personaje que vive de su andar,
sonriendo de manera extraña cual psicótico arrabal,
levantose Inconsciente sin dejar de respirar,
un cuchillo en la mano inocente no puede dejar de apretar,
el andante forastero ahora solo se puede preocupar,
aterrado por la imagen, sin mas en que pensar
prontamente se quito la vida terminando así su andar,
inconsciente aun sonriente solo vuelve a suspirar,
la foto de su amada en su mano ya no esta,
ahora ella se ha ido y no sabe cuando la vera
apretando aun el cuchillo solo va por la mermelada y el pan……
y en el transcurso del camino no cesa de recitar:
-solo la razón regresa
si a su lado puedo regresar-